EL CÁRCAMO
Por Jorge Luis Montiel V.
Fue un primero de diciembre del
2016 cuando conocí el cárcamo. No sé cuándo se construyó. Ignoro cuál fue el
costo de tan importante obra. Lo que si me queda claro es que el cárcamo es la
principal aspiradora, la obra hidráulica más potente que se encargaba de
succionar todas las aguas residuales que corren por la red del drenaje
sanitario de la ciudad de Juan José Ríos, no es cosa menor. Esa gran cantidad
de agua pestilente era enviada, mediante una larga red de tuberías a la laguna
de oxidación. Desde aquella fecha, el cárcamo ya no funcionaba por problemas
legales con ejidatarios que reclamaron ser indemnizados por daños a sus
propiedades que ocasionó derrames de aguas negras al romperse la tubería y esa
agua infecciosa invadió sus predios. Supongo que este litigio debe tener más de
cuatro años, los mismos que está sin operar el cárcamo. Dicen que se construyó
con recursos federales, no sé. Lo que si es cierto es que es lamentable que una
obra de gran importancia se haya perdido, que nadie, ni la Jumapag, ni las
autoridades de la sindicatura, se hayan responsabilizado de la vigilancia y
cuidado de tan cuantiosa inversión. Supongo que se ocuparon cientos de miles de
pesos en su operación. El lunes 26 de agosto regresé al lugar y el cárcamo que
miré aquel primero de diciembre, hace casi tres años, fue saqueado,
vandalizado. En las fotos ustedes pueden mirar un antes y un después. Es
notorio que ante el abandono oficial los depredadores terminaron con el
cárcamo, lo que quedaba. Nótese que en una foto pueden ver que, sobre el tubo principal,
hay tres motores y sobre ellos una techumbre que los protege, eso fue en
diciembre, ya no están los motores que hacían funcionar las bombas
succionadoras, se los llevaron. Igual la puerta de la entrada principal estaba
cerrada con fuertes candados y cadenas, tampoco están, ahora el portón está
abierto. De la misma forma, vean que en diciembre estaba el trasformador y todo
el cableado de bajada, tampoco está, se lo robaron o lo sustrajeron
indebidamente. Los medidores, pastillas y todo el sistema operativo del módulo
de control lo destruyeron. Toda la obra se encuentra anegada. Por el camino
lateral, pegado a la caseta de control interno, al final de la barda se puede
ver que los lumpenescos visitantes, hicieron a un lado el alambrado de doble
navaja y por ahí se metieron. Quiero subrayar, para que me entiendan, que de nada sirve que renueven toda la
tubería del drenaje sanitario si no funciona el cárcamo. Sin esta gigantesca
aspiradora, el agua putrefacta escurre sólo por la fuerza de la gravedad, pero
en las partes bajas, el agua negra se estanca al no haber un cárcamo de bombeo
que la succione. Como las tripas de nuestro intestino, si el excremento no es
expulsado terminará por reventarse debajo de nosotros. Que lamentable que
ninguna autoridad municipal se haya responsabilizado de cuidar esa monumental
inversión. Que lamentable que haya gente tan dañina,
miserable, que vive en nuestra ciudad haciendo daño, una lacra social. Seguramente
que la Jumapag tiene una gran parte de responsabilidad por su indolencia ante
el cuidado de la obra hidráulica. Ahora a hacer una nueva inversión, pero eso
que les valga madre a todos los funcionarios municipales, al fin que lo paga el
pueblo. Lo menos que podemos esperar es que el síndico en turno levante un acta
y de aviso a sus autoridades superiores o a la instancia correspondiente para
que se hagan las investigaciones, luego de la demanda judicial, pero eso está
en chino. En las goteras del pueblo, ahí por donde se escurre la basura y el
cochinero, no hay autoridad que mande, en ese lugar oscuro y miserable había un
cárcamo…#La300
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