¿Eres inteligente o eres tonto?
Por Jorge Luis Montiel V.
Durante 27 años impartí la materia
de Lógica en el nivel de bachillerato. Al abrir la primera clase les hacía esta
pregunta al grupo: ¿A ustedes cómo les gusta que los traten, cómo personas inteligentes
o personas tontas? En cada salón recorría las butacas y esa pregunta se la
hacía de forma personalizada a cada alumna y alumno. Todos, con mucha firmeza
respondían: “como persona inteligente”. Al terminar el recorrido, les expresaba
que en mi clase, todos son personas inteligentes. Les afirmaba que ese era el
trato que siempre recibirían de mi parte, como personas inteligentes. Luego les
decía, que el único requisito que deben de cumplir es que para merecer que te
traten como persona inteligente, pues, no debes hacer tonterías. Si tú haces
tonteras o te comportas como tonto, pues la gente no te va a mirar como persona
inteligente, al contrario, te va a calificar de tonto. La materia de Lógica
Formal es una asignatura que tiene un tema denominado “tablas de valor” y en
estas, los alumnos aprecian que sólo hay dos valores formales, “falso” o “verdadero”. Se le enseña al educando que debe apreciar, en el marco de la Lógica Formal,
que no hay ni medias verdades, ni medias falsedades. Partiendo de este
principio, podemos afirmar que las acciones de los hombres y mujeres son
correctas o incorrectas. Si alguien hace lo incorrecto y no acepta la
corrección y sigue en el error, seguramente mucha gente los mirará como tontos.
Si alguna persona cree que algo es falso, es decir, que no está de acuerdo con
tal o cual medida, tendrá la oportunidad de demostrar su valor de verdad a la
luz de la inteligencia. Es decir, con datos firmes, con información sustentada,
argumentará sus juicios de valor. No olvides que el ejercicio de tú libertad no debe pasar por encima del derecho de terceros. La necedad y la tontera no tienen cabida. Estoy
convencido de que es en casa donde aprehendemos las primeras clases de Lógica Formal,
nuestra madre es una experta, desde que nos educa a ponernos los zapatos de
forma correcta, el derecho y el revés, el salir y entrar, el ensuciar y
limpiar, el encender y apagar, etcétera. Seguro que fue en casa donde
aprendimos, de parte de nuestros padres, la diferencia entre lo bueno y lo malo.
Mamá en su finita paciencia también explotaba y cuando no hacíamos lo correcto,
con su particular estilo, a veces a punta de chancla o varejonazos, nos ponía
de nuevo en el camino correcto. No hay madre que quiera hijo tonto, para ella
todos son inteligentes, bueno eso es lo deseable.
Conclusión
Para vivir correctamente en
sociedad debemos aprender a comportarnos conforme a reglas, normas, formas de respeto.
Si ya me explicaron que el usos del cubre boca es bueno, que la sana distancia
me protege, que la higiene de lavarme las manos es saludable, que mantenerme
aislado me ayuda y me aleja del contagio, que el gel higieniza mis manos, luego entonces, si de verdad soy
inteligente, debo hacer lo correcto. Hacer todo lo contrario, sin duda, es una
tontera…#La300
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