En su libro “El Papel de las oposiciones
en los regímenes democráticos” el
analista político español Manuel Zafra afirma que “la calidad de los gobiernos depende
en gran medida de la calidad de sus opositores”. Una de las más terribles
tentaciones que tiene cualquier persona que asuma el poder ejecutivo municipal
y estatal es aquella necesidad de sentirse aprobados en todo lo que hacen. Por
eso se rodean de gentes afines con los mismos intereses.
Lo anterior no es malo, es hasta
en cierta medida comprensible, cada quien forma su gobierno con personas que al
final del día terminan por convertirse en sus encubridores., colaboradores les
dicen.
Lo verdaderamente malo es que el
papel que deben de ejercer las oposiciones al interior de los gobiernos se ha
convertido en una clase parasitaria que en cada proceso electoral buscan ganar
el mayor espacio de plurinominales y desde ahí, dentro del mismo sistema al que
nunca se oponen, lo aprovechan para ganar la mayor cantidad de favores, prebendas,
migajas de poder que reparten entre sus familias.
Las oposiciones van ganando
espacios de credibilidad social a través de los años, décadas, muchas de ellas nacen, incluso al amparo de las
luchas sociales. Ese tipo de oposición ya no existe en Guasave. En especial en
el cuarto distrito los opositores al PRI son poco menos que nada, no pintan.
Seguramente, sin temor a
equivocarme, puedo afirmar que el PRI nuevamente repetirá en la alcaldía y en
las diputaciones gracias a la inútil oposición que no le genera mayor confrontación al sistema.
Que importante es gobernar desde
la oposición y mantener posturas razonables contra las acciones arbitrarias que
existen en el gobierno municipal. Pero en el campo de batalla, en el ámbito de
la confrontación de la ideas, en el verdadero debate los opositores callan.
En este proceso electoral que
culminará el 1 de julio, en las campañas locales, no hay nada nuevo, nada que
nos hagan pensar en auténticos liderazgos que trasciendan o vayan más allá de su
sedienta ambición por llegar a formar parte del mismo gobierno sin oposición.
Seguramente la diputación del
Cuarto Distrito quedará en manos de un extraño candidato que, sin mayor
esfuerzo, alcanzará la curul, sin la más mínima preocupación por sus oponentes.
En la calidad de los opositores
sacas la cuenta de cómo serán los gobiernos. Nada se mueve debajo de la tierra
para que la haga temblar. La oposición no pisa fuerte, camina muy despacito,
quedito, sabe que no va a ganar en lo local, no valen la pena.
Lo peor, son aquellos que se han
montado en la imagen de López Obrador. Una bola de conchudos y conchudas que le
apuestan a ganar, sin mayor esfuerzo, arrastrados por la influencia del puntero
en las encuestas. Eso no siempre funciona. Puede suceder en otras partes pero
aquí donde les cuento, ellos, están casi muertos.
La oposición desde el interior de
los mismos cabildos, en este caso de Guasave, han dejado claro que forman parte
de lo mismo, son aguas negras del mismo cochinero…#La300