El viajero

El viajero

Borgues, a sus 85 años, ya enfermo, casi a la muerte, escribió un breve texto, donde apunta las cosas que haría "si volviera a vivir". Anota Don Jorge Luis que él fue de las personas que "nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano", subrayó mi tocayo y, luego de esto, inicio un polvoso y liviano viaje; el último. Siguiendo la definición del argentino escritor podemos ver que hay dos tipos de viajeros. Los que van solos con una botella de agua o sin ella y que mitigan su sed en cualquier riachuelo. Otros que en su abultada presencia, van por las ciudades empujando enormes bolsas de todo tipo, unos con su cuerpo y otros con un pequeño carrito. Mis viajes siempre son del segundo tipo. No se me da ese ligero viaje "borgueano". No suspiro por "la levedad" ni creo llegar muy lejos, sin ellos. Viajar con mi familia es lo más ligero que tengo. Voy a salir de viaje, muy lejos, a la región más austral del universo. Luego regreso. Ahí les encargo el averno. Desde allá les mandaré un gélido beso. Si no es ahora, cuándo ©